Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
La palabra salvación significa liberación de un peligro o una situación amenazante.
En el principio Dios creó al hombre para que tuviera comunión con El. Adán y Eva gozaban de una cercanía con su creador.
Pero todo cambió cuando desobedecieron la autoridad de Dios. Él le había dado todo a ellos, solo les dijo que había algo que ellos no podían tocar.
Ese árbol representaba la autoridad de Dios sobre ellos.Cuando la primera pareja violó el mandato de Dios, fue apartada y se rompió la relación con el creador(Génesis 3:23).
Pero antes el Señor hizo una promesa de que la simiente de la mujer iba a herir a la serpiente en la cabeza. Dios habló en ese momento de enviar a un salvador que vencería a la serpiente y restauraría nuestra relación con Él.
Luego en el capítulo 12 de Génesis el Señor llamó a Abraham para empezar a través de él un pueblo( Israel) de cual iba a salir el Salvador.
Todo el Viejo Testamento nos habla de la promesa de un redentor que volvería a restaurar la relación del hombre con Dios ( Lucas 24:44).
Después del pecado de la primera pareja todos hemos pecados, ya sea por omisión o transgresión. Por eso estamos separados de Dios (Romanos 3:23). Un gran abismo nos separa de Él, porque somos pecadores y Él es santo.
Al ser esclavos del pecado, es decir este nos gobierna, necesitamos a alguien que nos libere de esta condición. No podemos hacerlo por nuestra propia fuerza.
Incluso si otra persona se ofrece a hacerlo, no reuniría los requisitos porque esa individuo no es justo.
Sólo la muerte de un justo por los pecadores nos puede salvar de nuestra situación.
Eso fue lo que hizo Cristo. Él murió por nosotros. El justo por los pecadores para que a través de Él podamos ser salvos y reconciliarnos con Dios ( Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo).
Luego de saber que en Cristo y sólo en Él, porque no hay nada más ni nadie más en el cual hallemos salvación, podemos ser salvos ( Hechos:12), debemos tomar una decisión, la más importante.
Esta decisión es reconocerlo como nuestro Señor y Salvador y arrepentirnos de nuestros pecados y convertirnos, es decir seguir sus mandamientos poniéndolos por práctica en nuestras vidas.
Oración:
Gracias señor Jesús por morir por mí y salvarme. Me arrepiento por mis pecados y quiero vivir una vida conforme a tus mandamientos.

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