Cuando escuchas de Sodoma y Gomorra, seguro te llegan a la mente las palabras destrucción y pecado. Te cuento un poquito de lo que nos dice la biblia, Sodoma fue la ciudad donde Lot se fue a vivir junto a su familia después de separarse de Abraham (Génesis 13:10-11). Sodoma y Gomorra (un conjunto de ciudades) tenían una particularidad, estaban llenos de maldad y eran desobedientes a Dios, Génesis 13:13 (RVR): Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.
Cuando nos referimos a que en la actualidad estamos como Sodoma y Gomorra, quiere decir que la maldad, la depravación y todo lo que vaya en contra de Dios y sus mandamientos es lo que prevalece. La maldad siempre ha sido parte de este mundo, sin embargo, en estos últimos años ha crecido la fuerza de corrientes filosóficas que nos hablan de libertinaje y placer.
En Sodoma y Gomorra se encontraban en un punto de libertinaje tan alto, que cuando fueron dos ángeles enviados por Dios, querían tener relaciones sexuales con ellos (Génesis 19:3). ¿Te parece algo descabellado o no? Pues lamentablemente, nuestra realidad mundial no se aleja mucho de eso. Nadie quiere seguir las normas, ahora todo es cuestión de placer y si me gusta, lo hago, no importa si causo daño a otros. La gente no cree en verdades absolutas, dicen que todo “es relativo”.
Como en tiempos de Sodoma y Gomorra existen personas justas que interceden en oración ante Dios para que nos libre y nos perdone de todos nuestros pecados. En Génesis 18:16-33 vemos cómo Abraham intercede para que Dios libre de la destrucción a esas ciudades y su clamor fue escuchado, si se encontraban aunque sea diez personas justas, las ciudades no serían destruidas. En estos tiempos de crisis, donde la maldad abunda, como cristianos tenemos el deber de interceder unos por otros, como nos dice Santiago 5:16b (NTV): La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Si continúas leyendo en Génesis 19, podrás ver que solo fueron hallados justos delante de Dios, Lot y su familia. En este punto de la historia, la destrucción de Sodoma y Gomorra era inevitable, pero Dios permitió que Lot saliera con su familia a otra ciudad (la cual también iba a ser destruida, pero por la intercesión de Lot no fue así). Dios tuvo misericordia de ellos, al igual que tú y yo podemos encontrar misericordia en Dios hoy.
En ese tiempo las ciudades fueron destruidas con fuego y azufre, quizás esto no pase en los tiempos actuales, pero si vivimos y morimos sin Dios, no alcanzaremos la salvación eterna. En los tiempos que nos narran la historia de Sodoma y Gomorra, las personas tenían que hacer sacrificios de animales para ser perdonados, pero ya Jesús pagó ese precio por nosotros. El sacrificio y la resurrección de Jesús, nos permiten disfrutar del tiempo de la gracia. Sólo tenemos que arrepentirnos y venir delante de Él, para encontrar el refugio para nuestras vidas.
Dios nos da una nueva oportunidad de acercarnos a Él y a pesar de toda nuestra maldad, perdonarnos y vivir eternamente con Él.
Versículo del día: Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios. Efesios 2:8 (NVI).
Frase del día: No importa que tan grande es mi pecado, la gracia de Dios es más grande.
Oración: Señor, ayúdame a interceder por otros en estos tiempos difíciles. Mi Dios que tu misericordia nos alcance. Te pido perdón por mis pecados y te agradezco por el regalo de la salvación. En el nombre de Jesús ¡Amén!
Canción recomendada: https://www.youtube.com/watch?v=HgjjkdvckXY Ya no soy esclavo, Julio Melgar y Christine D’Clario.
Escrito por: Florangel Ramos Adames. -
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