Amar es un verbo que trae consigo grandes
compromisos cuando decidimos implementarlo en nuestras relaciones.
Precisamente, amar a Dios es el primer mandamiento que debemos cumplir como
cristianos, pero ¿cómo quiere Dios que lo amemos? En Marcos 12:30 (RVR) se
responde esta gran interrogante: Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento.
Antes de desglosar un poco las verdades que
encierra este poderoso versículo, vamos a detenernos un momento a pensar en
todas las personas que amamos. ¿Has tenido que dedicar tiempo a cultivar la
relación? ¿Has tenido que hacer algún sacrificio? Cuando amamos a alguien, es
una decisión que debemos tomar todos los días. Esto quiere decir que nuestro
amor no debe cambiar por las circunstancias ni por cómo esa persona se comporte
contigo. Cuando amo de verdad, lo hago sin condición. Así debe ser nuestro amor
hacia Dios, sin importar lo que pase, seguir amándolo, pero la pregunta es ¿Cómo
debo amar a Dios?
Dios nos dice que le amemos con todo el
corazón, esto involucra nuestras emociones y sentimientos. En Proverbios 4:23
(NTV) nos manda: Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina
el rumbo de tu vida. Dios quiere que le amemos con toda nuestra vida, entrando
en sus planes y propósitos eternos. Por otro lado, amar a Dios con toda nuestra alma es otra de las formas en cómo debemos asumir esta gran decisión. En nuestra alma está nuestra voluntad, debemos decidir libremente acercarnos al trono de la gracia.
Si seguimos leyendo en Marcos 12:30
veremos que Dios nos pide que le amemos con toda nuestra mente. Dios diseñó a
los seres humanos con la capacidad de decisión y libre albedrío, Él quiere una
relación con nosotros de la que seamos intelectualmente conscientes. Me
explico, Dios quiere que le amemos con nuestra inteligencia (con nuestro
cerebro). No te acerques a Dios solo por agradar a otra persona o porque tienes
miedo, experimenta tú directamente una relación con Él y descubre a través de
la inteligencia que Él mismo te ha dado, las maravillas de su inmenso amor.
Por último, en el versículo de Marcos
12:30 nos dice que debemos amar a Dios con todas nuestras fuerzas. Amar a Dios con todas nuestras fuerzas significa
reconocer que somos instrumentos para sus propósitos eternos. Entendemos que es
con sus fuerzas y no con las nuestras, se trata de una dependencia total de Él.
Recuerda que el gran mandamiento que debemos cumplir como cristianos es amar a Dios, pero Él nos amó primero (1era de Juan 4:19).
Frase del día: Dios quiere que lo amemos
con todo nuestro ser.
Oración: Padre celestial hoy quiero
aprender a amarte y seguir caminando cada día en tus propósitos. Gracias por
amarme a mi primero. Te abro la puerta de mi corazón y me acerco a ti para
tener una relación personal contigo. En el nombre de Jesús, amén.
Escrito por: Florangel Ramos Adames. -
Escrito por: Florangel Ramos Adames. -
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