Filipenses 1:21
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
La tanotofobia es el temor a la muerte. Ya sea por miedo a lo desconocido o por estar aferrado a las cosas de este mundo, muchas persona le tenemos pavor a la palabra muerte.
En los versos expuestos arriba, vemos lo que significaban tanto la vida como la muerte para el apóstol Pablo. Él entendía que mientras estaba en este mundo Cristo era su Señor y cuando partiera iba a estar junto a Jesús.
Ese mismo pensamiento debe llenar la mente del creyente. No hay razón para temerle a la muerte, porque ya sea que vivamos o muramos del Señor somos.
Para los que han entregado su vida a Cristo, el partir de este mundo representa estar en su presencia.
Jesús le dijo a uno de los dos ladrones que desde ese día iba a estar con él en el paraíso.
Tal vez nos preguntemos cómo debe ser nuestra postura cuando un ser querido parte de esta tierra.
La palabra nos muestra que el hecho de sentir tristeza debido a la muerte de un familiar o un amigo, u otra persona conocida, no es una muestra de falta de fe.
Las partidas suelen ser duras, incluso Jesús lloró debido a la muerte de Lazaro y los discípulos se sintieron tristes por la muerte de Esteban. Si esa persona aceptó a Cristo antes de morir, su muerte debe ser una tristeza con regocijo.
La palabra de Dios nos habla lo siguiente sobre los no creyentes: Apocalipsis 20:15: Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. Los no inscritos son aquellos que no aceptan a Cristo mientras viven en está tierra.
Gracias Señor por salvarme. Sé que aunque no te pueda ver ahora mismo puedo confiar en ti en cada momento. Espero ese momento en el cual pueda estar junto a ti! Amén.
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