La
palabra “cristiano” fue utilizada por primera vez para referirse a los
discípulos de Cristo, como vemos en Hechos 11:26 (RV;1960): Y se congregaron
allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos
se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía. Este nombre les
fue dado a los discípulos debido a que las personas decían que se comportaban
como Cristo. Es decir, el testimonio de los discípulos en su forma de hablar y
actuar fue lo que dio inicio a el nombre de cristianos, el cual hoy en día
utilizamos con tanta frecuencia.
Es importante que recordemos el origen de la palabra
“cristiano” porque esto nos permite analizar si realmente estamos actuando como
Cristo lo haría, es decir llevando un buen testimonio. El llamarse “cristiano”
se ha vuelto tan popular, que cualquiera afirma con ligereza que lo es. Sin
embargo, ser cristianos implica que recibamos a Cristo en nuestro corazón, que
vivamos por y para Él, que obedezcamos sus mandamientos y que Él sea nuestra
mayor prioridad. Ser y llamarse cristiano, significa ser amigos de Cristo, por
lo tanto, establecer una relación personal con Él a través de la adoración,
alabanza, lectura de su palabra y la oración.
Cuando utilizo la palabra “cristiano” como parte de lo
que soy, estoy declarando que reconozco a Jesús como el camino, la verdad y la
vida. Reconozco que Jesús es el hijo de Dios y que es el único puente entre
Dios y los seres humanos. Cuando soy cristiano, conozco y amo a Cristo desde mi
intelecto, mis fuerzas, mi corazón, mi alma y mi espíritu.
Cristiano es aquel que además de hacer todo lo que
hemos descrito anteriormente, también quiere actuar como lo hizo Cristo. Un
cristiano verdadero ama a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como
asimismo, es decir que perdonará cada vez que sea necesario sin importar las
veces que sea traicionado, mirará con misericordia a quienes les rodean, pondrá
sus dones y talentos al servicio de otros cristianos y para llevar luz al mundo
perdido. Ser cristiano es todo lo contrario a creerse superior, es humildad y
dependencia de Dios.
Ser y llamarse cristiano no debe tomarse como una
palabra casual, es una determinación de vivir para Cristo. Por supuesto, que
como seres humanos cometemos errores, aunque seamos cristianos, pecamos y
hacemos lo malo delante de Dios y de las demás personas. Gracias a Dios que en
su infinita misericordia nos ayuda cada día a ser mejores cristianos: Estoy
convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6 (NVI).
Reflexiona: Dios te llama hoy a que
seas un verdadero cristiano y comiences a pedirle que te permita actuar, pensar
y hablar como Cristo lo hizo. Si aún no eres parte de la familia de Dios, Él te
busca y te llama hoy.
Pensamiento para el día: ¿Estoy siendo cristiano en todos los ámbitos de mi vida?
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