Dios quiere tener una relación personal con nosotros, es por eso que
siempre se comunica a través de su palabra y nos invita a estar en constante
oración. Dios no solamente quiere una relación entre “conocidos”, sino que desea una amistad. Jesús es ese puente entre Dios y los seres humanos, si lo
aceptamos tenemos el privilegio de cosechar una amistad con nuestro creador: Ya
no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos.
Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me
dijo. Juan 15:15 (NVI).
Dios quiere que le expresemos de cuáles cosas tenemos necesidad, pues no
se trata de una transacción bancaria en la que simplemente hablamos lo mínimo y de eso obtenemos un producto. Se trata de una relación personal con el Rey de Reyes y
Señor de Señores. En Mateo 6 Jesús nos enseña cómo debemos orar y específica en
los versículos 7 y 8: Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen
los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas
palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes
necesitan antes de que se lo pidan.
De antemano Dios sabe lo que necesitamos y lo que vamos a pedir, pero
Jesús nos enseña que nuestras oraciones van más allá de nuestras peticiones
personales. Con la oración de ejemplo que nos dejó Jesús (ver Mateo 6: 9-13)
aprendemos que primero debemos acercarnos a Dios en adoración reconociendo su
poderío y majestad, luego podemos hacer nuestras peticiones, pedir perdón por
nuestros pecados, que nos ayude a perdonar a quienes nos ofenden y que nos libre del mal y la tentación. El
mismo Jesús presentó sus peticiones delante de Dios, pero algo que debemos
recordar es que Él se acercaba siempre pidiendo que se haga su voluntad (así debemos hacerlo nosotros).
Algunas razones por las cuales orar es importante, aunque Dios conozca
nuestras necesidades, son las siguientes:
- Es la oportunidad perfecta para adorarle.
- Fortalece nuestra relación con Dios y podemos ser sus amigos.
- Mientras más tiempo pasemos en la presencia de Dios, más nos llegaremos a parecer a Él.
- Conocemos y podemos aceptar su voluntad para nuestras vidas.
- Demuestra mi dependencia de Dios.
Pensamiento para el día: ¡Tú puedes
comenzar a hablar con Dios hoy! No se trata de palabras bonitas, se trata de tu
corazón. Dios quiere escucharte.
Versículo del día: Pero tú, cuando te
pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que Cuando
hablamos con Dios en oración no es necesario utilizar palabras extravagantes
que nos hagan parecer grandes filósofos. está en lo secreto. Así tu Padre, que
ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Mateo 6:6 (NVI).
Escrito por Florangel Ramos Adames.-
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