Mateo 7: 24
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
Dios ha hablado a través de diferentes maneras a la humanidad. Lo ha hecho con la creación, la ley, los profetas y Cristo.
El ha querido que nosotros podamos conocerlo y saber su voluntad. Por eso tenemos la Biblia, que es la palabra que Él ha hablado, y que ha quedado de manera escrita para que podamos escucharlo.
Aquellos que la escuchan y la practican estarán edificando sobre la roca, que es Cristo. Aunque se mueva la tierra y vengan tempestades, no serán movido.
Sin embargo, los que la escuchan y no la atesoran en su corazón para ponerlas por obra, ponen su cimiento en la arena. Cuando lleguen las crisis y los problemas de la vida su fundamento será derribado.
No debemos basar nuestra creencia en hipótesis o supersticiones. La palabra es lo único que nos mantendrá firmes en medio de los fuertes vientos de la vida.
La Biblia contiene todo lo que Dios quiere que nosotros sepamos. Todos los que dicen hablar en nombre de Dios deben hacerlo sustentados en ella.
Poner nuestra vista y confianza en cosas ilusorias, que aparentan ser estables y duraderas, es perder el tiempo.
Dios nos ha dejado su palabra, la cual es bien clara. Ella es nuestra guía para poder vivir en esta tierra.
Pero constantemente en medios de disturbios y circunstancias adversas tendemos a buscar soluciones que no van de acuerdo con ella. En la mayor parte de esas ocasiones por desconocimiento de las escrituras.
Si queremos conocerla sólo debemos estudiarla. Muchos dirán que es difícil de entender. Pero no es así.
La Biblia se explica a sí misma. Hay cosas que pueden parecer oscura a nosotros, pero encuentran su explicación en otra parte de las escrituras.
Otros dirán que es aburrida. Sin embargo, se encuentran divertidas las series y películas contemporáneas. Basta simplemente leer la historia de José, Daniel y Cristo para confirmar que el argumento que se utiliza para no leer la palabra, no es suficiente.
La Biblia es la verdad. Ella contiene todo lo esencial para la salvación del hombre. Y para el conocimiento de Dios. Nuestro fundamento debe estar en ella.
Ahí donde estás, hazte las siguientes preguntas:
¿ Acudo con frecuencia a la palabra de Dios?
¿ Mi fe está basada en la Biblia?
¿ Qué está impidiendo que crezca en la Palabra?
Oración:
Muchas gracias Señor por dejarnos tu Palabra. Ayúdanos a crecer en ella en cada momento. Queremos edificar sobre la roca. ¡Amén!
Escrito por Álvaro Báez

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