Juan 18: 38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad?
Esta pregunta fue hecha por el procurador de Judea, Poncio Pilato mientras interrogaba a Jesús luego de que este último había sido llevado ante el primero por sus acusadores.
En el verso anterior, Cristo dice que aquel que es de la verdad, oye su voz. Es ahí cuando surge la curiosidad de Pilato acerca de la verdad.
Desde tiempos antiguos el ser humano se ha hecho la misma pregunta acerca de la verdad. Muchos la han buscado de manera intencional, pero en una forma errónea. Mientras otros la han ignorado.
Cristo dijo ser la verdad ( Juan 14:6). Él vino lleno de gracia y verdad.
La definición básica de verdad es que es todo lo que corresponde con la realidad. Es decir, lo que se dice sobre algo debe ser respaldado con evidencia.
El relativismo sostiene que no hay una verdad absoluta, porque las opiniones o afirmaciones dependen de un punto de vista subjetivo.
En el relativismo dos aseveraciones pueden ser correctas, a pesar de que se contradigan entre sí. Violando esto el principio de la lógica de la no contradicción.
La verdad es excluyente, porque no puede convivir con la mentira. Si se dice una verdad con algo falso añadido, inmediatamente se constituye en una mentira.
Cristo es la verdad que nos hará libre de la mentira que el mundo nos vende. No podemos, al igual que Pilato, estar frente a la verdad e ignorarla.
Él es el único que nos libra del pecado. En Él nuestros ojos están abiertos para ver la posverdad
( tergiversación de la realidad) con la que Satanás nos engaña, y poder comprender el plan que Dios tiene para nosotros.
Cristo no sólo afirmó ser la verdad, sino que también sus hechos mostraron que Él es la verdad. Él cumplió todo lo que dijo, y todo lo que se dijo sobre Él antes de su venida.
A través de Cristo podemos llegar a Dios y vivir el propósito por el cual fuimos creados.
Por: Alvaro Báez
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