Si algún grupo científico de renombre me dijera que tiene la cura comprobada para el Covid-19, pero que no la quiere compartir con nadie porque le da vergüenza o porque no sabe si es lo que el mundo necesita, le diría que me dé la cura a mi porque las personas están sedientas y deseosas de conocer lo que puede darles la vida. Conozco una verdad más poderosa que esa, pero muchas veces me da miedo compartirla y eso es egoísta de mi parte. Hoy te invito a que la conozcas.
Yo ciertamente no tengo la cura del coronavirus, pero si conozco a alguien que puede librarte de todos tus pecados y darte vida eterna. Pensarás ahí viene esta con el mismo cliché, quiere que me convierta, que vaya a la iglesia, etc. Quiero decirte que lo que tiene Jesús para darte no es una frase repetida “cliché” o una verdad sacada de catálogo, es verdaderamente que puedas encontrar el propósito de tu vida en su camino.
¿Te has sentido perdido? ¿Te has encontrado preguntándote qué haces en esta tierra? Te quiero presentar a mi Padre, te liberta del pecado gratuitamente y sin importar si crees que lo mereces o no. La única condición para sanarte de los males que te aquejan es arrepentirte de quien has sido hasta este momento y entregar tu vida a quien es el creador de todo el universo. Si vienes a los pies de Cristo, Él no puede prometerte una vida sin sufrimiento, pero sí que tu dolor tendrá un propósito.
En este día te presento la vacuna perfecta, Jesús está a la distancia de una oración. No me creas a mí, acércate a Él y hará que tu vida se transforme de incertidumbre a propósito.
Queremos orar por ti y conocer tus inquietudes, déjanos tus comentarios o contáctanos a través de nuestras diferentes redes sociales (Semillas Bíblicas). Acércate a una iglesia local donde se predique el evangelio de Cristo. ¡Hoy es el día de bendición para ti!
Quizás te sientas identificado con esta oración: Dios, en medio de los pesares de esta vida, quiero encontrar propósito en ti. No entiendo lo que hago, no entiendo quién soy, pero me entrego a ti y quiero comenzar a caminar contigo. Me arrepiento y te pido que me muestres cómo seguir en esta vida para agradarte. En el nombre de Jesús, amén.
Te aseguro que Jesús conoció el dolor, pero lo hizo para que hoy tú puedas conocer y acceder a la cura más grande que existe en este mundo. En el libro de la biblia Isaías, capítulo 53 versículo 5 dice (Nueva Traducción Viviente, NTV): Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
Escrito por: Florangel Ramos Adames.-
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