El pasaje Mateo 28:18-20 cuenta
las últimas palabras de Jesús antes de ascender al cielo,
“Jesús se acercó y
dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la
tierra. 19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los
nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por
seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».
Se dice que las últimas palabras de alguien tienen aún
más significado. Pero como un discípulo contemporáneo de Jesús, ¿cómo puedo yo “ir
y hacer discípulos de todas las naciones…”? Hoy en día, ¿cómo nosotros como
iglesia, como la familia de Dios, podemos juntos seguir este mandato de Jesús?
Vamos a empezar la conversación con tres principios basados
en lo que Pablo comparta con Timoteo en la Biblia:
1—Hay que comenzar con Dios.
II Timoteo 2:1 dice, “Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en
Cristo Jesús.”
Nuestra dependencia de Dios es un tema principal en la
vida cristiana, y sigue siendo de mucha importancia en esto de hacer discípulos.
Como Pablo dice aquí a Timoteo, debemos reconocer que
el discipulado tiene su comienzo primero en tu propia relación y compañerismo
con Jesús.
2—Hay que comenzar con lo que Dios te ha encomendado.
II Timoteo 2:2a dice, “Y lo que has oído de mí en la
presencia de muchos testigos…”
Pablo enseño a
Timoteo muchos principios que ahora leemos como parte de las Escrituras, pero también
Timoteo tenía a Pablo como un modelo a seguir. Para “hacer discípulos”,
hay que verlo en el contexto de relaciones.
¿Quién te contó a ti sobre
las Buenas Nuevas de lo que Jesús hizo por ti en su vida, muerte, y resurrección?
¿Quiénes en tu alrededor te puede apoyar en este paso de obediencia a nuestro
Señor Jesús?
3—Hay que fijar tu mirada a largo plazo.
II Timoteo 2:2b dice, “…eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar
también a otros.”
¡Cuán emocionante hubiese sido ser testigo del crecimiento exponencial en la iglesia cristiana como contado en el libro de los Hechos en la Biblia! Aquí Pablo le da a Timoteo un prerequisito: que él discipula a personas que van a enseñar a otros. Eso no quiere decir que no saques tiempo para otras personas, sino que te dejes guiar por la voluntad de Dios.
En otros palabras, el acompañar y guiar a otro cristiano en su camino espiritual juega un rol muy importante en el Reino de Dios!
Entonces, ¿qué te impide para comenzar esta aventura
con alguien?
Escribirnos para más información sobre este tema de “como
comenzar un discipulado” o para contarnos de tus experiencias previas al respecto!
Escrito por Matthew Cayton
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