¿Qué es lo que la gente más desea hoy en día en las redes sociales? Pues no soy una experta en estos temas, pero según he visto lo que siempre están buscando son más “seguidores o followers”, con este propósito aplican estrategias e invierten incalculable tiempo y dinero. Millones de personas se dicen ser seguidores de algún “influencer”, muchos admiran tanto a quienes siguen, que están dispuestos a cometer locuras por ellos y se obsesionan con conocer a cada segundo lo que esa persona está haciendo, diciendo o creyendo. Pero, ¿Te has preguntado el sentido de todo esto? ¿Realmente puedes conocer y llegar a parecerte a una persona, simplemente por seguirla en las redes sociales?
La forma en la que Jesús quiere que le sigamos es muy diferente a la que nos plantea el mundo actualmente, Él quiere una relación de discipulado profunda y significativa, a diferencia de lo que nos dicta la sociedad, seguir a alguien de forma superficial y vacía. Cuando Jesús nos llama para que seamos sus discípulos, nos indica que debemos entregarle todo lo que somos, Mateo 16:24 (NTV) Luego Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme.
Al contrario de lo que nos dice el mundo de que debemos satisfacer nuestros deseos y ponernos siempre en primer lugar, para ser discípulos de Cristo debemos abandonar nuestra forma egoísta de vivir. Por supuesto, Dios no espera que de un día para otro estemos súper cambiados, pero si que estemos dispuestos a dejar que Él trabaje en nosotros.
Jesús predicaba a multitudes, pero en la intimidad les revelaba misterios a sus discípulos. Por ejemplo, cuando Jesús enseñaba las parábolas a una gran cantidad de personas, luego les explicaba en una reunión privada a los discípulos el significado de cada aspecto de esa parábola. Esto indica dos grandes verdades, los discípulos no eran siervos sino amigos de Jesús (Juan 15:15) y fueron escogidos para estar cerca de Él (Juan 15:16). Si queremos ser discípulos de Jesús, debemos buscarlo entendiendo que Él nos amó primero y voluntariamente estableciendo una relación personal con Él.
Muchos son los que siguen a Jesús en todas partes del mundo, pero no todos son sus discípulos. Para ser discípulos no basta con creer, sino en cultivar una relación directa con Cristo y si le conocemos a Él, también conocemos a nuestro Padre Celestial. Este modelo de discipulado en el que se pasa tiempo el uno con el otro, se instruye constantemente y se enseña cada día a ser más como Él, es el que debemos seguir cuando discipulamos a otros cristianos o cuando somos discipulados.
Discipular a otros no se trata solo de mostrarles a Cristo, sino de establecer una relación de confianza con esa persona, de manera que puedan compartir sin temor sus debilidades y fortalezas en la fe cristiana. Cualquier cristiano que quiera generar seguidores para si mismo, sin conducir a los demás a Cristo, no está promoviendo que se hagan discípulos, sino simples seguidores fundamentados en verdades terrenales y no eternas. Recuerda que multitudes seguían a Jesús y aunque el deseo de Dios es que nadie se pierda, el discipulado cristiano debe ser de calidad no de cantidad y no se trata de nosotros, sino de Dios.
Tú que lees este artículo y desearías comenzar a seguir a Cristo, recuerda que ese es solo es el primer paso. Para que puedas crecer y entender verdades más allá de solo creer en Dios, necesitarás la instrucción que viene del Espíritu Santo y la que otros hermanos en la fe te van a brindar a través de un discipulado acorde al modelo de Jesús.
Canción: Seguirte, Christine D’Clario ft. Marcos Barrientos:
Artículo escrito por: Florangel Ramos Adames.-
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