Hoy tengo para decirte que llegaste a este mundo con una misión. Si, una misión grandiosa. Si bien es cierto que Dios tiene un plan individual con cada uno de nosotros, todos tenemos una misión en común en esta vida. ¿Qué significa la palabra misión? Definida por el diccionario, una misión es el “Poder, facultad que se da a alguien de ir a desempeñar algún cometido”[1]. Así es, como cristiano Dios te ha entregado el poder para cumplir con su misión.
La misión que tenemos como cristianos, fue instaurada por Jesús en el libro de Mateo capítulo 28:19-20 (TLA): Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo. Para que te apropies de esta misión que se te ha encomendado, lo primero que debes identificar es si eres un discípulo de Jesús (en este enlace puedes leer acerca de ser discípulo:https://semillasbiblicas.blogspot.com/2020/07/seguidores-o-discipulos.html) y lo segundo para cumplir con esta gran misión es que tú puedas enseñar a otros lo que has aprendido acerca del glorioso evangelio de la salvación.
Como cristianos somos llamados a servir en nombre de Dios a nuestros prójimos, pero nuestra mayor misión es llevar el evangelio a quienes no lo conocen. Hoy en día existen muchos métodos de evangelismo, entrenamientos, estrategias y ministerios que se dedican exclusivamente a la tarea de evangelizar, todos estos son aspectos positivos y son personas con llamados específicos de parte de Dios, pero no es excusa para que nosotros pensemos que predicar las buenas nuevas es una misión exclusiva de otros. Podríamos llegar a caer en la trampa de que no nos toca evangelizar, porque hay misioneros para eso o de que no tenemos que discipular porque hay maestros teólogos que estudian cómo enseñar a otros. Evangelizar es una misión que nos corresponde a todos los cristianos, pues somos la sal y la luz de la tierra (Mateo 5:13-16).
La luz que Dios te ha regalado con la verdad de Cristo es para que la exhibas al mundo y que el mundo sea confrontado por la palabra de Dios. La sal que es esencial para resaltar los sabores de los alimentos y para dar equilibrio entre distintos sabores, significa que nosotros como cristianos, Dios nos ha llamado sal, es decir somos ese equilibrio que necesita el mundo. La misión de evangelizar y hacer discípulos permite que muchas personas conozcan la verdad libertadora de que Cristo es el único camino y mediador entre Dios y los seres humanos.
Si alguna vez te sientes perdido en tu misión en esta vida, recuerda que como cristianos nuestra misión es guiar a otros para que conozcan a Cristo. Por supuesto que viniste a este mundo a cumplir con otros propósitos y Dios ha trazado un plan para ti, el cual debes descubrir en tu caminar junto a Él.
Si no conoces a Cristo, te invito a que descubras quién es iniciando una relación personal con Él. Puedes comenzar con una oración, si después de leer la que ponemos a continuación entiendes que expresa lo que sientes, te invito a que la repitas en voz alta: Señor, gracias por mi vida, gracias por crearme. Te pido que me perdones por mis pecados y que me permitas conocerte y vivir a través de lo que tú tienes planificado para mí. En el nombre de Jesús, ¡Amén! También puedes leer este artículo para que conozcas más de lo que Dios quiere para ti: https://semillasbiblicas.blogspot.com/2020/07/la-cura-mas-grande-del-mundo.html
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¡Dios te bendiga y gracias por existir!
Escrito por: Florangel Ramos Adames. -
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