Éxodo 20:17 »No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. Hoy nos toca hablar sobre la codiciosa. Sin duda, en algún momento todos hemos deseado algo que sabemos que no nos pertenece. La codicia es un deseo excesivo por poseer alguna cosa que creemos nos dará bienestar, a pesar de saber que no es nuestro. El Señor habla acá de que no debemos codiciar las cosas de nuestro prójimo. Ni su mujer, ni su criada ni siquiera sus animales. La razón es que cuando caemos en ese pecado, primero mostramos insatisfacción con lo que Dios nos ha dado. Luego revelamos falta de amor hacia nuestro prójimo porque no pensamos en el daño que le puede causar las decisiones que tomemos. En el capítulo 11 del libro de Números vemos un escenario en el que pueblo se queja contra Dios porque no se sentían satisfechos con lo que el Señor había hecho. Ellos deseaban la comida que tenían
¿Quiénes somos? Somos un grupo Cristiano cuyo propósito es llevar el evangelio para salvación y edificación de las personas. ¿En qué creemos? Creemos que por la palabra de Dios fue hecho todo lo que existe. Que la salvación es solo a través de Jesucristo. Que al ascender al cielo Cristo nos envió el Espíritu Santo para guiarnos a toda verdad y toda justicia. Que la Biblia es la palabra infalible de Dios.